HISTORIA

En el término de Las Navas de la Concepción se han encontrado enterramientos con ajuares y restos de objetos de cerámica, que algunos entendidos han situado en la época musulmana, así como las ruinas de un posible castillo o torre vigía de la misma época. No hay nada probado ni científica ni históricamente de esto, aunque se conserva la planta del posible Castillo en la finca "La Armada", a unos 8 Kms. de la localidad.
Plaza de España. Las Navas de la Concepción
Los primeros datos que se conocen, pertenecen al siglo XVI, concretamente a 1557, fecha en la que se establecen en la zona los Monjes de la Orden de San Basilio, los cuales, siguiendo la costumbre de aquellos tiempos y en observancia de sus reglas, establecen diversas fundaciones en zonas abruptas de Sierra Morena y apartadas más de 25 kms. de toda población urbana.
Capilla de la Virgen de Belén (S.XVI)
En este contorno y en la fecha indicada, por la Orden ya reformada de San Basilio, se levantaron cuatro Monasterios bajo los nombres de:
- San Antonio del Valle de Galleguillos
- San Miguel de las Breñas
- San Basilio de Hornachuelos, y
- Ntra.Sra. Del Buen Suceso de Retamar.

Del primero se conservan sus ruinas a unos dos kilómetros de esta población, y de los restantes, existen vestigios en los términos de Alanís, Hornachuelos y La Puebla de los Infantes, todos pueblos colindantes con éste.

En conjunto, los cuatro monasterios contaban con una extensión aproximada de veinte mil hectáreas, constituyendo la Provincia Eclesiástica de “El Tardón”, que en el orden geográfico y catastral, pertenecía a las provincias de Sevilla y Córdoba.
De éstos, el de mayor importancia, tanto por la riqueza de su suelo como por su superficie, era el de “San Antonio del Valle de Galleguillos”, del que formaban parte las actuales dehesas de “El Convento”, “La Carlina”, “Galleguillos”, “La Arana”, “El Lagar”, “El Buho”, “La Venta” y “Juncalón”.


El Lagar (S.XVI)
Los monjes de la referida Orden, para hacer frente a sus necesidades, fomentar las vocaciones y crear nuevos Monasterios, pusieron en explotación sus tierras, para lo que contrataron obreros y ganaderos, construyendo una pequeña aldea, dando así origen a los primeros asentamientos de la localidad. Las primeras edificaciones fueron levantadas en las pequeñas “navas” u ondulaciones existentes al suroeste dentro de su territorio, construyendo las calles de Portugalete y Bilbao, siguiendo las de Serrano, León XIII y su Barreduela. Al correr el tiempo se realizaron nuevas construcciones en el llamado cerro de Nica y en el Castillo, y ante el rápido crecimiento, trazaron con acierto, la actual población con sus cuarenta y dos calles, bien alineadas y orientadas al Este y al Sur, conociéndose como “Nava de las Puercas”, nombre del paraje de una finca baldía, perteneciente al término de la población cercana de Constantina, donde desde tiempos remotos se criaban gran cantidad de cerdas de cría, actividad que continuaron los Monjes, constituyendo una de sus mayores fuentes de riqueza.


Molino del Lagar 
"El Lagar" es sin duda alguna, el edificio de mayor antigüedad existente en la población. Su construcción data del siglo XVI y fue llevada a cabo por los monjes. Se trata de un antiguo molino de aceite, vino y grano, donde persisten las bodegas con sus grandes tinajas enterradas, así como una gran viga de madera, de 16 metros de longitud y 1,5 metros de altura, que era la encargada de triturar el producto. También sigue en pié la pequeña y antigua Ermita dedicada a la Virgen de Belén, junto al molino, lugar donde se celebraba la romería en honor a dicha Virgen, hasta finales del siglo XIX.

No ha sido posible encontrar la fecha en que cambiaron el nombre primitivo de la aldea por el de Las Navas de la Concepción, si bien, como punto de referencia, se puede indicar el año 1760, fecha en la que comienza la construcción de la Iglesia Parroquial consagrada a la Purísima Concepción.

Con esta edificación finalizó  la dependencia de la iglesia de Constantina, municipio del que también se dependía administrativamente hasta 1854, año en el que la Reina Isabel II, ante la solicitud del vecindario, y cumpliendo todos los requisitos exigidos por ley, dictó una Real Orden autorizando a la aldea de Las Navas para constituirse como Ayuntamiento independiente.